Corría el año 1864 cuando Gerard Adriaan Heineken compró una pequeña cervecería en Ámsterdam (Países Bajos) y comenzó a dedicarse a producir una cerveza rubia clásica. Al centrarse en las innovaciones de la época, la cervecería se convirtió al cabo de poco tiempo en la primera empresa cervecera del mundo, con un sofisticado laboratorio para el control de calidad. Un éxito empresarial que no solo ha ofrecido cerveza de alta calidad a la ciudad de Ámsterdam, sino que también ha contribuido al bienestar y al desarrollo de sus ciudadanos.
Han pasado 160 años y, desde entonces, esa pequeña cervecería ha recorrido muchos «hectolitros»: en la actualidad, Heineken posee más de 160 centros de producción en más de 70 países, con una producción de más de 200 millones de hectolitros de cerveza divididos en 250 marcas. La innovación y la investigación han sido los puntos fuertes de toda su evolución e incluso ahora la empresa mira hacia el futuro con una perspectiva muy competitiva y ecosostenible, con objetivos e iniciativas que afectan a cada aspecto de las operaciones y de los procesos empresariales.
Por ello, no es de extrañar que los nombres de Robopac y OCME aparezcan en esta cadena de producción conocida por su eficiencia y calidad. Una colaboración iniciada en 1998 y que todavía sigue activa para el establecimiento italiano de Borgonuovo, en Bérgamo, destinado principalmente al embotellado.
Aetna Group es uno de los referentes mundiales en el envasado de final de línea, con soluciones diseñadas específicamente para el sector de las bebidas: todo gracias a una política industrial que siempre ha dado una prioridad absoluta a la eficacia de sus máquinas para la productividad y sostenibilidad, así como a las personas, a los clientes y a sus distintas necesidades. Con una filosofía de One Global Company, el Grupo ha difundido posteriormente su valor tecnológico en el mundo gracias a una asistencia personalizada y calibrada para el mercado de venta.
La base de esta colaboración es la necesidad de Heineken de mejorar la eficiencia y la velocidad del proceso de embalaje para satisfacer así la creciente demanda del mercado. En particular, los últimos años han requerido una optimización del área de envoltura para que sea aún más competitiva.
En línea con este objetivo, Aetna Group ha propuesto implementar 2 encartonadoras Altair de la marca OCME, que se añaden a otras dos ya existentes desde 1998: se trata de uno de los buques insignia, en materia de envasado, para la unidad empresarial de Parma que, desde 1964, ha firmado este segmento operativo. Altair combina alta velocidad, eficiencia y precisión para producir una caja fina y compacta que almacene los productos de forma segura con un sellado de cola caliente. La solución que ha elegido Heineken tiene una capacidad de producción de hasta 60 cajas/minuto y se caracteriza por una gran flexibilidad que la hace idónea para muchos tipos de envases (plástico, vidrio, redondos, cuadrados, ovalados, etc.) y embalajes diversos (cajas de apertura fácil, bandejas, etc.), por lo que resulta la propuesta ganadora para distintos sectores de productos.
Con las dos Altair, OCME consolida su presencia en Heineken, que ya contaba con otras máquinas para el envasado, así como para el transporte y la gestión de los palés que conectan las distintas máquinas de final de línea, además del paletizado desde arriba con la tecnología de Orion HM.
Por otro lado, las operaciones de envoltura también sitúan a Aetna Group en primera línea con los suministros de Robopac: en concreto, se han suministrado hace poco 2 envolvedoras automáticas con anillo giratorio Genesis de alta velocidad, equipadas con tecnología de preestirado variable patentada Cube Level 2. En el sistema patentado Robopac, los rodillos de preestirado giran gracias a motores sin escobillas independientes y un sistema de anillos satelitales y correas, sin necesidad de contactos deslizantes ni de transmisión de potencia en el carro de preestirado, lo que garantiza una gran seguridad y un coste total de propiedad mínimo. Al mismo tiempo, permite una óptima calidad de envoltura y una excelente estabilización de la carga con el máximo ahorro posible de film.
